viernes, 19 de junio de 2009

EL ENOJO DE AMLO


Por Pablo Hiriart



Contra lo que se suponía, y hasta algunos consejeros del IFE decían, el voto blanco o nulo sí cuenta. Ese voto es parte del total de sufragios emiti¬dos, del cual deben sacar al menos el dos por ciento los partidos que quieran conservar su registro.
Por eso está tan enojado López Obrador con¬tra los promotores del voto en blanco o nulo.
Es que si hay una gran cantidad de sufragios emitidos que están blancos o anulados, sus parti¬dos adláteres, Convergencia y el Partido del Tra¬bajo, estarán en serio riesgo de perder el registro.

Y decir registro es decir dinero. Mucho dinero.
He ahí la razón por la cual AMLO primero mandó a volar a las instituciones, a su propio par¬tido, y ahora critica al voto blanco y se presenta como un defensor de la institucionalidad.
Sucede que López Obrador puede quedarse sin sus partidos útiles y se vería obligado a vivir dentro de las reglas del PRD, y dar la batalla adentro sin amenazas de irse.

Así es que si quienes no pensaban votar el próximo día cinco, acuden a sufragar en blanco o a anular su boleta, estarán contribuyendo al saneamiento del sistema de partidos en el país.
No suena mal. Es cierto que los partidos gran¬des tienen cansados a un sector importante de la población. Pero los partidos pequeños tienen hasta la coronilla a casi toda la ciudadanía.
En lo personal soy un convencido del voto como herramienta de la democracia. Votaré el 5 de julio. Pero la ley también le da a los escépticos esa posibilidad: sufragar en blanco, anular la bo¬leta, y que su voto sirva para algo.

Con su voto en blanco o nulo, no van a hacer ganar a nadie. Pero sí pueden hacer perder a esos oscuros partidos-negocio, auténticos flotadores para políticos chantajistas.

A los que, por desgano o por enojo, piensan no ir a votar el 5 de julio, habría que preguntarles:

¿Quieren que personajes como Porfirio Mu¬ñoz Ledo- priista, perredista, foxista, parmista y ahora perista, vuelva a ser diputado?

¿Quieren que el partido de Dante Delgado siga obteniendo recursos públicos?
¿Quieren que Elba Esther Gordillo siga tenien¬do un partido político, además del sindicato de trabajadores de la educación?

Si los que pensaban quedarse en su casa y no ir a votar porque no les gusta ninguno de los par¬tidos, tienen la capacidad de quitarse de encima a algunos de esos partidos si acuden a anular su voto o a depositarlo en blanco.
Entre esos partidos están el PT y Convergencia.

López Obrador se podría quedar sin sus ins¬trumentos de chantaje al PRD de Ortega.
Y la maestra Gordillo, no tendría partido para ocupar plazas en el Congreso, además de las que ya tiene en el magisterio y en el gobierno. Claro, por eso están furiosos.

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